Metodología
Taibi Kahler deja claro que solo hay comunicación cuando estamos en una postura de comunicación + / +.
En cuanto empezamos a condicionar nuestro valor o el valor de nuestro interlocutor, ya entramos en comunicación bajo estrés.
PCM nos da indicadores observables para identificarlo.
Según PCM®, la estructura de personalidad de una persona está formada por seis tipos de personalidad.
Cada tipo tiene necesidades específicas y habla un “idioma” diferente. En cada persona hay uno o dos tipos que condicionan la mayor parte de sus reacciones.
Gracias a Taibi Kahler, fundador del modelo, descubrimos además cómo se altera nuestra comunicación cuando entramos en estrés, cuáles son las señales que debemos detectar y cómo reaccionar.
- Vamos a entender cómo nos comunicamos, cómo nos motivamos y cómo nos
estresamos. - Vamos a descubrir cómo actuar.
- Vamos a aprender a comunicar de forma eficiente.
Y nos entrenaremos para que se convierta en una verdadera competencia.
Para confiar en nosotros y colaborar, el caballo necesita que seamos asertivos (“me respeto”) y que le respetemos, que seamos claros y exigentes sin adoptar nunca una postura de dominación. Es un revelador instantáneo de la postura + +.
El caballo nos cuestiona donde lo necesitamos y nos ayuda a responder. Genéticamente programado para descifrar las actitudes como signos de comunicación: el caballo nos invita a que se caigan las máscaras.
A nivel individual, la experiencia del coaching con caballos va a reforzar el auto-conocimiento: el caballo nos proporciona un escáner de nuestra postura, con nuestros puntos fuertes y nuestros puntos a desarrollar o mejorar. Y nos va a ayudar a reforzar nuestra auto-estima y nuestra asertividad.
A nivel colectivo, el caballo va a poner en evidencia los disfuncionamientos del equipo: la falta de cohesión, de comunicación, de confianza… La experiencia abre un espacio de intercambio entre los miembros de un equipo para compartir feedbacks y reflexionar sobre sus posturas: en qué medida y cómo facilitan o frenan la colaboración. Se refuerza de forma clara la cohesión de equipo compartiendo una vivencia emocionalmenteimpactante y reforzando la inteligencia cooperativa.
El papel del Mediador es ayudar a que las 2 partes consigan adoptar una postura +, lo que implica que vuelvan a respetarse mutuamente y acepten que el otro pueda tener otra percepción de la situación, otras necesidades, igual de válidas que las suyas.
Desde allí, el mediador podrá fomentar que las partes encuentren la solución que les permita salir del bloqueo y de la situación de tensión.
Eso pasa por:
- Establecer o restablecer la relación y la comunicación entre las personas.
- Fomentar la creatividad para encontrar una solución, invitar a salir del marco.
- Co-construir la solución para salir del conflicto. Lo que es más potente que enfrentarnos o regatear es ser creativos para diseñar una solución satisfactoria para los 2.
¿Eres el Salvador, el Perseguidor o la Víctima de alguien?
- La Victima: Se siente inferior, impotente e irresponsable. Espera que alguien venga a aliviar su malestar, a resolver los problemas por el/ella… va a buscar un Salvador o un Perseguidor.
- El Salvador: Hace lo que puede para volverse indispensable, vuela para socorrer a los demás, generalmente sin que se lo hayan pedido… Hace lo que puede para volverse indispensable. Y ¡Bum! Una mañana el Salvador se cansa de tanta gente que se aprovecha de él y se puede convertir en Víctima (“pobre de mí, no ven lo bueno que soy”) o en Perseguidor “¿No me agradecéis lo bueno que soy? ¡Os vais a enterar!”
- El Perseguidor: Necesita una Víctima a la que humillar, agredir o menospreciar. Acusa, necesita castigar o hacer reproches, utiliza los puntos débiles de los demás para ponerlos en evidencia.
Con cualquiera de los 3 roles del triángulo que adoptemos: Víctima, Perseguidor, Salvador estaremos en una postura de vida + – o – + .
Stephen B. Karpman (psicólogo americano) desarrolló un modelo de análisis de los juegos psicológicos.
Estos Juegos Psicológicos contaminan muchas veces nuestras vidas y las relaciones laborales. “Jugamos” con nuestra pareja, con nuestros amigos, con un colega, con nuestro jefe, con nuestro colaborador, etc… Y nada realmente bueno puede salir de esto.
S. Karpman nos va a explicar cómo pasar del Triángulo Dramático al Triangulo Compasivo para volver a relaciones positivas y constructivas.
¿Cómo funciona el Co-Desarrollo?
Se reúne a un grupo de personas en sesiones de desarrollo colectivo.
Durante cada sesión, una de las personas va a ser el cliente de la sesión y los demás actúan como consultores, trabajando sobre su problemática gracias a unproceso de inteligencia colectiva muy potente.
Al final de la sesión, el cliente construirá un plan de acción que implementará en el tiempo de inter-sesión.
¿Qué aporta el Co-desarrollo?
Encontrar soluciones a situaciones a priori imposibles, gracias a las aportaciones de los demás.
Ir más rápido y más lejos, viendo otras maneras de resolver un problema.
Compartir el saber hacer de otros.